Tomi Lappi, la maestría de la danza
Por: Mauricio Severo
El famoso bailarín Finlandés que se ha destacado en España, por su gran arte de bailar y encantar en los mejores Cabarets y espectáculos del país.
Es complicado describir a Tomi Lappi porque resumirle como bailarín o modelo seria poco para un joven tan talentoso y polivalente, este año vamos a tener la oportunidad de ver a Lappi como actor, aunque su cara es muy conocida como bailarín en películas como “Explota”, en Televisión Española y en varios video clips de otras celebridades como Allen King, que ha sido una de las primeras portadas de esta cabecera, y también en video clips de Nia, Gio Bermejo, Elsy Gomes entre otras personalidades de la música.
Un joven brillante que ha nacido para ser portada de revistas así fue como el equipo de Prince Magazine tomo la decisión de hacerle protagonista de esta edición, ya que hemos visto que Tomi había salido anteriormente en varias revistas, portada de Desnudo Magazine y QX UK, en Vogue Italia Digital y otras campañas y publicaciones LGTB en varios países del mundo.
En España se hizo conocer por primera vez en 2015, al representar a su país en el concurso de belleza masculina Mr. Gay World, que se quedo en la tercera posición.
Con todo el éxito obtenido, tomó la decisión de quedarse una temporada en España empezando por Sevilla y luego entre Madrid e Ibiza donde le salieron nuevos contratos de trabajo y publicidad. Así empezó a crear su nombre y abrir nuevos horizontes, la historia de Tomi es de mucho coraje y valentía, en dejar su país y empezar desde cero en otra tierra donde ni siquiera sabia el idioma, recreándose y enseñado sus distintas facetas artísticas y personales al mundo con transparencia y ganas de inspirar a las personas.
Ahora mismo Tomi Lappi esta en Grecia formando parte de elenco de “Lio Mykomos” uno de los Cabarets mas conocidos y lujosos del mundo junto con el “Lio Ibiza, y al terminar esa temporada esta dispuesto a empezar otra vez desde cero, sea donde sea, y no solo representará a Finlandia, si no también a España.
PRINCE MAGAZINE: ¿Como es para ti dejar toda una vida en Finlandia, la familia, los amigos y empezar solo en España?
TOMI LAPPI: Pues en Finlandia tenemos un dicho que dice: ‘La necesidad es la mejor musa’, y creo que cada vez que la vida me ha puesto en frente de grandes cambios siempre ha sido una decisión bastante fácil, elegir entre quedarme y sentirme estancado porque algo ya no me esta llenando, o tener los cojones para crear algo nuevo. Eso no significa que haya sido fácil, pero como buen Aries a veces la manera mas eficiente es hacer primero y pensar después. Si algo me ha mostrado la experiencia a la hora de vivir en países y sitios distintos, es que las piezas tienen tendencia de colocarse a su sitio, y si no – es tan ‘fácil’ como hacer las maletas y volver a intentar de nuevo.
PR: ¿Cuándo te has dado cuenta de que tu vocación era bailar y ser artista, ha tenido el total apoyo de tus padres?
TL: En realidad nunca tenía un plan muy claro en que quiero ser y que quiero hacer como mayor y siempre me he dejado llevar bastante por la vida. Si que es verdad que como empecé a bailar tan joven con 6 anos, eso fue un poco la manera más prominente de identificarme y de aprender a recibir atención, amor y validación. Yo era el bailarín de la familia, el bailarín del instituto (por bien y por mal) y como no tenía otros planes en su momento, me dejé llevar primero a Londres a bailar y trabajar como modelo y luego ya empecé directo como bailarín de espectáculos y este es el camino en cual sigo hasta el día de hoy, aunque ya soy capaz de identificarme como mucho mas que solo un bailarín. Como yo nunca tenia un gran plan creo que en los ojos de mis padres siempre he parecido un niño bastante aventurero y un poco perdido, y aunque se preocupaban por mi por elegir una ruta poca estable, siempre me han querido y apoyado y confiado en mi, aunque no tenían muy claro que era lo que yo estaba haciendo con mi vida.
PR: ¿Has sufrido algún tipo de discriminación por su sexualidad o algún tipo de bullying en la adolescencia?
TL: Creo que todavía vivimos en un mundo donde cada hombre gay (o miembro del colectivo) todavía lleva un cierto peso en su mochila por haberse criado en un mundo diseñado para heterosexuales. Yo desde pequeño no tenia gran forma de esconderme por mi forma de ser, y era obvio tanto para mi como para los demás que yo era distinto de los otros chicos. Ser bailarín tampoco me ayudó en este sentido. Yo si que sufrí bullying, comentarios feos pero lo peor seguramente fue dentro de mi propia cabeza por no haber sido expuesto a otros hombres ‘como yo’ que un niño interpreta como una narrativa de ‘hay algo malo en mi’ o ‘no encajo’. De allí seguramente mis ganas de mudarme, irme, escapar y la búsqueda de encontrar mi lugar como adulto en el mundo. Vivir un poco fuera de la sociedad tiene su parte positiva también porque nos hace más creativos a la hora de cómo queremos vivirnos, pero sanar esas heridas es un trabajo interno que casi a todos nosotros nos toca tarde o temprano. La espiritualidad, mis ganas de entender a mí mismo y a los demás y la terapia aquí me ha ayudado bastante con esos temas.
PR: ¿Dentro del colectivo LGTB como te lidia con los demás compañeros, tienes mucha competencia de trabajo o especie de rivalidad?
TL: Es una pregunta super interesante. Yo en realidad siempre he tenido la sensación de llevarme bien con los compañeros, tanto en el baile como en el mundo de la moda, aunque si que es verdad que siempre he sido bastante lobo solitario y he tenido tendencia de no involucrarme demasiado. Por parte han sido miedos y una forma de protegerme, y por parte por mantener un equilibrio entre quien es Tomi profesional y quien es Tomi por dentro. Creo que sigo en la búsqueda de equilibrio entre dejar que la gente conozca más facetas mías, no solo lo que elijo mostrar a través de redes o en encuentros puntuales de trabajo. Siempre hay competencia en esas profesiones, pero a través de vivir muchos si’s y mas no’s ya uno va aprendiendo que no es un tema personal. Cada trabajo o oportunidad busca algo específico y si uno encaja y el otro no, no significa que nadie vale mas que el otro como persona.
PR: ¿Qué significa la danza en tu vida, si tuvieras algún día que dejar de bailar que harías como profesión?
TL: La danza siempre ha sido mi mejor amigo y mi peor enemigo. He tenido la suerte de vivir experiencias, sensaciones y muchas cosas a través de la danza, pero también ha sido uno de los lugares donde más inseguridades, decepciones y autoexigencia residen. Creo que la danza forma parte de quienes somos, da igual si lo hacemos a nivel profesional o no, y es una forma de exponerse a un nivel que siempre conlleva un riesgo también. Últimamente mi prioridad es que la danza será una fuente de alegría, una forma de desconectar de lo demás y conectar conmigo mismo y volver a conectar con porque empecé a bailar con 6 anos. La danza no es todo y una de mis profesores de la adolescencia me dijo que lo que traes al escenario siempre viene de la vida que has vivido y quién eres fuera de la sala de baile, y es un consejo que me marcó mucho. La búsqueda espiritual y el entendimiento de la mente y el comportamiento del humano ha jugado un gran papel en mi vida adulta, y ya trabajo como mentor ayudando y acompañando a los demás a nivel personal. La academia se me da bien y hablo cuatro idiomas entonces cuando el baile y el mundo del espectáculo deja de tener tanto protagonismo estoy seguro de que voy a tirar con más cana por allí. Por suerte estas dos carreras ya han encontrado la manera de coexistir y creo que al largo de los anos va a ser una transición bastante orgánica. También son dos partes mías que se retroalimentan, mi conocimiento de mí mismo y de la vida se ve en mi danza, y también he encontrado la manera de incorporar la danza en un módulo de sanación que he creado.
PR: ¿Qué otros hobbies tienes, además de bailar que para ti es una profesión, que haces en tu tiempo libre?
TL: Últimamente mi hobby favorito es no hacer nada de nada, mi día libre perfecto seria tumbarme en un parque, comer rico o irme da paseo a la naturaleza con una de mis personas queridas. Como tanto el baile como mis estudios espirituales o del Kabbalah o el Diseño Humano por ejemplo también forman parte de mi vida profesional lo que mejor me hace es desconectar de todo y pasar tiempo solo para reciclar, para volver a mis trabajos y mis clientes con el vaso lleno.
PR: ¿Nos podría contar un poco mas de tus nuevos planos en tu carrera como actor?
TL: Bueno, he tenido la suerte de hacer cosas pequeñas para publi y trabajar en teatros en musicales y otras obras. Ahora va a ser mi primer pequeño paso por una pantalla de una seria y yo sigo estando dispuesto a atacar cada reto que me presenta la vida con todo mi corazón. Así que un poco como la temática de mi vida, no hay gran plan, pero voy a dejar que la vida me lleve a lo que si que es para mi y a darlo todo cuando tengo la oportunidad.
PR: ¿Déjanos un mensaje a todos los lectores de Prince Magazine y a los jóvenes que desean crecer como bailarín?
TL: Lo primero, siempre tira por el plan “A” porque las cosas hechas con medio corazón no suelen salir como nos gustaría. Y lo mas importante es que da igual si quieres ser bailarín, gestor, medico, tatuador o lo que sea, que tengas en cuenta que lo que haces no es todo lo que eres. El éxito para mi es acostarse sabiendo que has puesto tu parte, que has hecho lo mejor que has podido y en dejar que la vida haga el resto. Y el mejor consejo que puedo dar es que ningún camino es linear, y aunque sepamos donde queremos llegar el ‘como’ suele ser un misterio, así que es intentar vivir en el presente, mantener vivo el sueño y e el resto el poner las horas del trabajo y confiar. Uno de mis sueños era trabajar en un musical, y cuando en 2010 quería estudiar teatro musical en una Universidad Alemana teatro musical, me dijeron que no tengo talento ninguno y pidieron que no volviese a intentar entrar, ocho anos más tarde me subí al escenario en el teatro más importante de Finlandia haciendo mi papel favorito en mi musical favorito, Kinky Boots, pero la manera de llegar ahí no tenía nada que ver con lo que pensaba cuando tenía 19 anos.